Capurganá, Sapzurro, La Miel, el Caribe

Ahora estamos atravesando toda Colombia para llegar a las remotas comunidades originarias de la comarca Guna Yala en el Caribe panameño.

El avión a hélice que nos rescató de la triple frontera nos dejó en Villavicencio. Ahí ya hay carreteras.

Luego fuimos en bus hasta Bogotá, donde Vane ganó unos pesos actuando en un par de shows de stand up.

Después otras actuaciones en Medellín, la ciudad de la eterna primavera.

Con mi prima Vera.

En Medellín descubrimos un hostal muy conveniente, el Casa RAM, que es de los más baratos y está en un entorno selvático de la quebrada de un arroyo.

Practicando humor en piscina.

Y caminamos por las montañas.

Y flotamos en las montañas.

En Girardota, a veinte kilómetros al norte de Medellín, encontramos setas del hongo visionario Psilocybe cubensis.

Y nos enteramos de varias cosas.

Nos las contó un pajarito.

Luego otro bus hasta Necoclí donde subimos a una lancha de pasajeros para navegar unos setenta kilómetros por el mar Caribe hasta llegar a la remota y paradisíaca aldea de Capurganá.

Ahí palmamos un tiempo.

Luego de un par de días en ese pueblo sin vehículos y de aguas cristalinas y peces de colores, caminamos hora y media por la selva, subiendo y bajando la montaña, hasta llegar al aún más aislado Sapzurro, la última aldea del caribe colombiano, nuestra preferida.

Sapzurro.

Estuvimos un mes en Sapzurro.

Una bahía rodeada de montaña y selva.

Una comunidad de afrodescendientes.

Nos hospedamos en el muy recomendable Camping El Chileno.

Junto a la playa.

Un mes a puro snorkel.

Y a puro turquesa.

Y relajo.

En hamaca.

Y más snorkel.

En agua cristalina.

Con peces ángel francés juveniles.

Pomacanthus paru juvenil.

Que de adultos se convierten en otra cosa.

Pomacanthus paru subadulto.

Y peces payaso punteado juveniles.

Equetus punctatus juvenil

Qué también se convierten en otra cosa.

Equetus punctatus adulto.

Y candiles.

Holocentrus adscensionis

Y peces erizo.

Diodon hystrix

Y humanos.

Homo sapiens hembra.

Y peces mariposa de cuatro ojos.

Chaetodon capistratus junto a un pez mano.

Y peces damisela joya.

Microspathodon chrysurus

Y cardúmenes de jureles.

Caranx latus

Y rayas amarillas.

Urobatis jamaicensis

Y morenas verdes.

Gymnothorax funebris

Y morenas amarillo y negras.

Echidna catenata

Y el venenoso y destructivo pez león.

Pterois volitans

El Pterois volitans es originario del Indo-Pacífico y fue introducido accidentalmente en la costa de Florida, Estados Unidos, en la década del ’80.

Pterois volitans

De a poco fue colonizando todas las costas del Caribe y se lo encuentra en Colombia desde el año 2009.

Es un gran problema en el Caribe porque es predador de muchas especies de peces que viven entre los corales y, además de estar protegido por sus espinas venenosas, los posibles predadores del pez león en el caribe aún no lo reconocen como presa.

Pterois volitans

Es de hábitos solitarios pero estábamos en época de reproducción y pudimos verlos en parejas.

Pez león y pez leona.

También hicimos un alucinante snorkel nocturno con el método profesional de meter nuestra linterna en una bolsa de plástico.

Holocentrus dormido.

De tanto comer verduras y legumbres y dormir en carpa, hemos aprendido a aguantar la respiración por mucho tiempo, cosa que se puede apreciar en este video resumen que hizo Vane:

Y también snorkel sobreacuático.

Dendrobates Auratus venenosa.

Y algunos días hicimos acuarios efímeros.

Que cosecharon buenas críticas entre los gatos del barrio.

A espaldas de Sapzurro hay un sendero que sube y baja la montaña y en menos de media hora se llega a La Miel, un pequeño pueblo que ya pertenece a Panamá.

La Miel, la dulzura.

La Miel se encuentra en una bahía turquesa de arenas blancas y es un poco el final de los caminos, ya que está más conectada con Colombia que con el resto de Panamá, muy lejos de las carreteras centroamericanas.

La Miel, Panamá

Es un lugar con buenos atardeceres.

Y con ron sin impuestos.

Un relajo.

Pero el lado oscuro de la región es el tráfico de personas. La falta de rutas en el Tapón del Darién entre Colombia y Panamá no es casual, es una zona que se conserva (por presión internacional) para generar un cuello de botella y dificultar el paso de migrantes y el tráfico de cocaína.

Los migrantes hoy en día son principalmente grupos reclutados en África, India o Pakistán. No es gente desesperada escapando de guerras y miserias sino más bien personas de clase media que desean llegar a los Estados Unidos hipnotizadas por el «sueño americano», personas que pagan una gran cantidad de dinero a redes internacionales de tráfico que luego los pasean por todo el continente ocultándolos de la ley y cambiándoles permanentemente los pasaportes. Suelen llegar de sus países en barcos a Perú, Ecuador o Venezuela y luego los «chilingueros» (que es como llaman acá a los traficantes de personas) comienzan a acarrearlos lentamente hacia el norte.

Inmigrantes africanos.

El hecho es que el Tapón del Darién es uno de los pasos más complicados, una barrera donde suelen morir muchos inmigrantes, a veces abandonados en el mar y otras veces asesinados en los senderos de la selva Panameña, ya que estamos en una zona de tráfico de cocaína por «hormigueo» controlada por los narcoparamilitares del Clan Úsuga comandados por alias Otoniel, para quien Estados unidos ofrece una recompensa de 5 millones de dólares y el gobierno de Colombia otros 3.000 millones de pesos por su captura.

Es común ver a los inmigrantes en Sapzurro y en La Miel porque los militares panameños suelen encontrarlos caminando por la selva (todo el trayecto es de seis o siete días a pie) donde los capturan y los devuelven primero a La Miel y luego a Colombia. Y así van rebotando hasta lograr pasar o morir.

Inmigrantes indios capturados.

Se los reconoce porque suelen ir en grupo, calzados con botas de goma y, en general, sonrientes por tener ya la mitad del camino hecho.

¿Quién quiere ser millonario?

Durante nuestra estadía en Sapzurro murió ahogado en la playa de Cabo Tiburón un hombre de un grupo de la India mientras escapaban de la policía.

En estos días nos hemos enterado de que sí se puede seguir un poco más por tierra hacia Panamá. Se puede ir en lancha hasta Puerto Obaldía y de ahí sale un sendero por la selva y por la costa que conecta con tres comunidades de la etnia kuna, tres aldeas especialmente aisladas y que conservan de forma muy estricta sus costumbres tradicionales. Calculamos que deben ser dos o tres jornadas de caminata.

También en estos días nos hemos hecho amigos de Gonzalo y Carmen, una pareja de españoles que nos cae muy bien, y estamos intentando convencerlos para que nos acompañen a caminar por estas zonas de narcoparamilitares para ir a ver si somos bienvenidos por los esquivos indígenas kuna.

Turbo, Capurganá y Sapzurro, Colombia, y La Miel, Panamá

2 de Septiembre

Roger consiguió trabajo en Medellín. Ahora vuelvo a viajar solo. Hacia el norte para intentar cruzar a Centroamérica.

Parece que el trayecto en bus de Medellín a Turbo es peligroso. Yo fui durmiendo, no me enteré de nada.

También dicen que Turbo es feo. A mí me gustó. Es un poco trash, como los pueblos de frontera.

Llegué a las cuatro de la mañana, pero había bastante gente despierta dando vueltas. El puerto está ultra podrido, tipo el riachuelo, y perfuma toda la zona. Al asomarme al agua, me pareció que había peces porque la superficie se movía.

Entonces fui a tomar un café al único lugar que estaba abierto, frente a las aguas podridas del Caribe. Y mientras esperaba que amaneciera, vi pasar a un adolescente totalmente desnudo que iba revisando la basura.

Cuando amaneció, vi que lo que parecían peces moviendo la superficie del agua, en realidad, eran burbujas de putrefacción.

Turbo
Amanecía en Turbo y un pescador vino a ofrecer algunas sardinas.

De Turbo hacia el norte, solo se va por agua o por aire (Actualización 2019: ahora la gente suele viajar desde Necoclí, también salen lanchas, el pueblo es más agradable y el viaje es más corto), porque la zona está ocupada por paramilitares, guerrilla y narcotraficantes. Sobre todo estos últimos.  También hay originarios de la etnia Embera, pero viven como en un mundo aparte. La zona es el tapón del Darién, que es como el limbo entre Sudamérica y Centroamérica. (Acutualización 2019: ahora en el Darién parece que no hay guerrilla ni paramilitares, pero sigue habiendo narcos y tráfico ilegal de personas y sigue siendo tierra de nadie)

El viaje en lancha tarda dos horas, y fuimos a los saltos hasta la parte más norte de la región del Chocó. Es un lugar de postal del Caribe con pequeñas bahías con cocoteros, arenas blancas, piedras negras, peces de colores y casitas de madera.

En la lancha conocí a dos españolas de Murcia. Con ellas me hospedé en el Luna Verde, un hostal de un italiano loco donde tienen un monito tití llamado Quico. Es un Saguinus geoffroyi. Llegó herido por un perro. Le di mucha confianza desde el principio y tuve el mono colgando al cuello durmiendo la siesta cada dos por tres. Cuando lo saco o lo intento sacar, me insulta con diferentes gruñidos y grititos agudos. A la noche se quedaba profundamente dormido y ya sacarlo es peligroso, porque pasaba del insulto a la mordida. Me clavó más de una vez sus colmillitos filosos. Es mejor sacarlo empujándolo con la linterna y ahí se va caminando como borracho de lo dormido que está. Por la mañana me viene a despertar temprano balanceándose en el mosquitero de la hamaca. Por suerte los monos tití son bien pequeños. Cuando salgo de la hamaca y me pongo a desayunar me pega gritos hasta que le convido. Le encanta la fruta y la avena con leche. Cuando me distrigo mete la cabeza en la bolsa con las cosas del desayuno y cuando le grito saca la cabeza y me insulta otra vez. (Actualización 2019: ahora el hostal se llama La Bohemia y sigue estando muy bien. Intenté averiguar qué fue de la vida del monito pero parece que nadie lo recuerda).

Saguinus geoffroyi
Se me están subiendo demasiados bichos al cuello.

Estos días en Capurganá me la pasé caminando de playita en playita por la montaña selvática: playa de Aguacate, Sapzurro, La Miel y alguna otra. La Miel ya es Panamá. Sapzurro me pareció un lugar para pasar un buen tiempo haciendo snorkel y relajando en una hamaca antes de seguir viaje hacia el norte. Ahí el hostal El Chileno (reservar) está muy bien, con un clima rústico frente a un mar con arrecifes de coral.

Sapzurro
Sapzurro.

Se fueron las españolas, pero llegaron una pareja de franceses, una austríaca con su hijita y, casualmente, otro español de Murcia.

Quico y Martina
Quico recibiendo a las nuevas visitas.

Acá los locales son casi todos negros y hay muchos niños. Por cuestiones de ahorro, la luz del pueblo se corta de 12 de la noche a 9 de la mañana y de 6 y media de la tarde a 7 y media, que es cuando anochece y suele llover. Las tardes suelen ser de lluvia y oscuridad. Y claro, después nacen muchos niños.

pescando
Me pidieron comida y en lugar de darles, les enseñé a pescar: me mandaron a la mierda con justa razón.

La miel, en Panamá, es un pueblito con una onda la aldea de “los otros” de Lost, pero con muchos militares. La playa y el snorquel ahí son de película también. A este pueblo solo se llega caminando desde Colombia, a través de la montaña o en barquito. Dicen que hay una picada que los une con el resto de Panamá, pero solo la hacen los militares y no dejan pasar, por el tema guerrilla-paracos-narcos. Un día antes de que me fuera de Capurganá, el español se fue a La Miel a dormir ahí, cosa que está prohibida, hay que volver antes de las 6 de la tarde. Pero se fue con la idea de esconderse de los militares y armar la carpa en la selva cuando oscureciera. No sé qué ocurrió. Esa noche no volvió.

La miel, Panama
La miel, Panamá.

como ir de Medellin a Capurgana

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